domingo, mayo 07, 2006

Vlad Tepes, Hijo de la Orden del Dracul.

Las fuentes documentales rumanas nos han permitido reconstruir con bastante fidelidad la historia de uno de los personajes más conocidos de la región de Transilvania, el voivoda Vlad Tepes, un oscuro noble perteneciente a la Orden del Dracul que inspiró el personaje de Drácula de la obra de Bram Stoker. La historia se remonta al año 1430 cuando el emperador del Imperio Germánico y rey de Hungría y Bohemia, Segismundo de Luxemburgo, designa como nuevo voivoda de la región de Valaquia a un noble rumano llamado Vlad (padre de Drácula), al cual armó caballero de la Orden del Dragón (Dracul) fundada en 1418 para luchar contra el empuje de los ejércitos turcos que amenezaban el este europeo. Durante su etapa como voivoda Vlad tuvo cuatro hijos a cada uno de los cuales el destino les deparó un final muy diferente: Mircea, Vlad Tepes, Radu el hermoso y Vlad el monje.

La historia medieval de Transilvania estuvo marcada por su posición geoestratégica que la situaba como el lugar de paso obligatorio entre el oriente musulmán y el occidente cristiano. Los continuos enfrentamientos entre ambos mundos y el imparable avance de los ejércitos del sultán convirtieron la región de Transilvania en una zona de combate en la que los voivodas tuvieron que lidiar con ambos frentes para mantener sus dominios. Unas veces, respetaban sus juramentos como cristianos mientras que, muchas otras, pactaban el pago de tributos a los turcos para impedir que sus territorios nobiliarios fueran arrasados. Es así como, al parecer, Vlad padre fue convocado en 1440 a una reunión con el sultán Murad II. El voivoda viajaba con sus hijos Vlad Tepes y Radu al encuentro con el sultán pero, al llegar al lugar del encuentro, los nobles valacos fueron hechos prisioneros por los ejércitos turcos y trasladados a la corte del sultán en Constantinopla para ser utilizados como rehenes en las negociaciones políticas con los reinos cristianos. En su cautiverio Vlad Tepes aprendió la lengua turca y los vicios de la política.

Vlad padre finalmente fue asesinado por familias valacas rivales tiempo después de su cautiverio en Constantinopla, y Vlad Tepes se convirtió en el nuevo voivoda de Valaquia entre 1448 y 1476. La región de Valaquia se convirtió en el escenario de las sangrientas acciones de Drácula (la "a" final indicaba "hijo de", es decir, "el hijo del dragón"). En la frontera norte del país erigió su famoso castillo y sobre un río tributario del Danubio, el Dambovita, levantó una segunda fortaleza que en 1659 se convirtió en la ciudad de Bucarest, la capital de la moderna Rumanía. Muy cerca de este lugar, Drácula fue asesinado y decapitado por los turcos quienes trasladaron y exhibieron la cabeza del voivoda en la plaza principal de Constantinopla, a pesar de que su cuerpo fue sepultado en el monasterio de la isla de Snagob, cercana a Bucarest. La vida de Drácula se nos presenta azarosa y sanguinaria ya desde los tiempos de su cautiverio en Constantinopla.

Las fuentes históricas otomanas ya nos hablan de un Drácula extremadamente agresivo durante su cautiverio en Constantinopla hasta el punto de ser temido por los propios carceleros turcos, una actitud muy diferente a la mostrada por su hermano Radu quien se mostró muy interesado en los asuntos del sultán llegando incluso a formar parte de su harén. Algunos escritos anónimos de origen germano fechados en el siglo XVII nos muestran un aterrador perfil de Drácula:

"Un monstruo y fiero guerrero llamado Drácula cometió actos tan reñidos con el cristianismo como matar hombres colocándolos en estacas, cortándolos en rebanadas, hirviendo a madres y niños vivos y obligando a los hombres a cometer actos de canibalismo."

"Una vez hizo fabricar una olla enorme con dos manijas y sobre ella un aparato realizado con tablones agujereados, de tal modo que un hombre pudiera atravesarlos con su cabeza. Luego hizo que se encendiera un gran fuego bajo la olla e hizo echar agua en ella e hirvió a los hombres de esta manera."

De las fuentes históricas deducimos que su inclinación a la tortura le llevó a desarrollar métodos extraordinariamente crueles como el empalamamiento. Se ataba al prisionero a dos caballos y se tensaban las cuerdas para que el cuerpo quedara completamente estirado, después se le introducía una estaca redondeada y aceitada por el recto que le atravesaba el vientre y el abdomen. La finalidad del empalamiento era el sufrimiento y la agonía del prisionero, aunque si el empalamiento comenzaba por el ombligo o a la altura del corazón la muerte era instantánea. Vlad Drácula no se dejó conmover por las edades, sexo o religión de los prisioneros llegando a empalar a madres y lactantes, incluso algunas fuentes señalan que empaló a madres con las cabezas decapitadas de sus hijos sobre los pechos. Otra de sus aficiones consistía en la mutilación de las víctimas antes de empalarlas. Cortaba orejas, narices, órganos sexuales y extremidades que obligaba a devorar a los propios parientes de los ajusticiados antes de presenciar su empalamiento. Sus crueldades alcanzaban extremos inimaginables, algunos textos nos hablan de cómo despellejada las plantas de los pies de sus cautivos, les echaba sal y dejaba que alguno de sus animales lamiera las heridas indefinidamente.

El gusto por la tortura alcanzó incluso sus deseos sexuales. En varios escritos leemos cómo ombligó a un soldado a comerle los pechos a su esposa, o cómo él mismo castigó a una de sus amantes que reclamaba el reconocimiento de un hijo abriéndole el vientre para ver si, efectivamente, lo podía reconocer. Son muchas las anécdotas que nos muestra a un Drácula extremadamente cruel ya en su etapa de cautiverio en Constantinopla donde se dijo había que empalado a cuantos animales caminaran por su las celdas como gatos o ratas.

Pero, ¿por qué Vlad Tepes, hijo de la Orden del Dracul, fue elegido por Bram Stoker para protagonizar una novela de vampiros? Como hemos visto en anteriores entradas, Vlad Tepes no fue el único personaje histórico que mostró una afición desmesurada por la sangre (recordemos las sangrientas aficiones de la condesa de Bathory). Sin embargo Bram Stoker envolvió la crueldad de Vlad Tepes con las cualidades nocturnas y sobrenaturales que hemos visto en seres mitológicos como las arpías, estriges, empusas y la propia Lilith para crear el arquetipo del Nosferatu, del no muerto que siembra la noche de temores e inmortalidad. Pero ¿qué encierra el personaje literario de Drácula? De esta y otras cuestiones hablaré en posteriores entradas.