lunes, marzo 27, 2006

La Lilith hebraica.


La figura de Lilith fue adoptada y transformada por los judíos durante su cautiverio en Babilonia, hasta el punto de situar a Lilith como la primera mujer de Adán, tal y como señalan los escritos hebreos de Ben Sirah (midrash del siglo X) al afirmar: "Yahweh creó a Lilith, la primera mujer, como había creado a Adán, de la tierra y el polvo".
Una afirmación similar que parece indicar que Adán y Lilith fueron creados del barro se desprende de la propia Torah hebrea: "Mujer y Hombre, Él los creó."
Ambos fragmentos, procedentes de escritos sagrados hebreos, muestran una Lilith creada a imagen y semejanza de Yahweh y dotada de las mismas capacidades que Adán, pero ¿qué ocurrió para que Lilith fuera reemplazada por Eva como señalan los escritos hebreos y omiten los textos bíblicos? Los evangelios apócrifos y los escritos del Yalqut Reubeni nos dan la clave: "Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de ti? - preguntaba - Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual. Fuimos hechos iguales y debemos hacerlo iguales."
Las diferencias con Adán y la negativa de éste de situarse bajo Lilith durante sus relaciones sexuales, desató la huída de Lilith del Paraíso de la manera que sigue. Lilith invocó el nombre sagrado de Yahweh quien, dotándole de alas, le permitió huir volando del Paraíso y alejarse definitivamente de Adán. Pero, ¿cómo logró Lilith conocer el nombre sagrado de Yahweh, cuando ni siquiera fue le revelado a Moisés ante quien Yahweh se presentó como: "Yo soy el que soy. He aquí lo que dirás a los hijos de Israel: El que es me ha enviado a vosotros"? Algunos autores como Robert Graves señalan que Yahweh fue seducido por la belleza y el poder seductor de Lilith, aunque los escritos hebreos no hacen ninguna mención a este respecto.
La soledad incita a Adán a solicitar la ayuda de Yahweh: "Señor del Mundo, he sido abandonado por la que pusiste para ayudarme." Condolido por el desamparo de Adán, Yahweh envía a los arcángeles Senoy, Sansenoy y Samangelof a la búsqueda de Lilith. Pero Lilith, instalada en el Mar Rojo, donde convivía con demonios lascivos habiendo llegado a procrear cientos de lilims -hijos mitad humanos, mitad demonios- se negó a regresar al Jardín del Edén, afirmando: "Prefiero arrojarme yo misma al Mar Rojo antes que volver al Paraíso y someterme a Adán". Los arcángeles, confundidos, responden con las órdenes de Yahweh: "Si no regresas con Adán cien de tus hijos morirán cada día". Ella respondió de la misma manera: "Mataré a los hijos de los hombres, los niños estarán bajo el peligro de mi ira por ocho días tras su nacimiento y las niñas por veinte". Los arcángeles dejaron de presionarla y Lilith juró que no dañaría a ningún infante que llevase consigo la imagen o los nombres de estos tres ángeles. De aquí parece surgir el origen de los amuletos que colocaban los judíos en el cuello de los recién nacidos.
Algunas de las caracteríticas de la Lilith hebrea ya las hemos visto en los perfiles sumerios, asirios y fundamentalmente griegos, donde ya aparece como un ser nocturno y lascivo que se alimenta de la sangre de los recién nacidos, sin embargo, la evolución de Lilith continua en los escritos bíblicos. Las contradicciones del Génesis bíblico, la aparicion de Eva y las menciones a Lilith en el Antiguo Testamento serán analizadas en la siguiente entrada de La Estirpe de Lilith.

miércoles, marzo 22, 2006

Lilith y la Lamia griega.


¿Cómo se produce la transformación iconográfica de la Lilith sumeria a la Lilith hebrea y cristiana concebida como un ser demoníaco? Las influencias asirias durante la segunda mitad del II milenio a.C. ya alteraron la iconografía de la Lilith sumeria, obviando su vinculación con los ritos sexuales asociados al culto a la diosa Ishtar. Durante los últimos decenios de dominación asiria se puso fin a los ritos sexuales celebrados en el templo, eliminando así el sacerdocio femenino e imponiendo una religión marcada por la fuerte presencia de dioses masculinos que simbolizaban y reforzaban la imagen de un poder político centralizado exclusivamente en hombres de estirpe real.
El afianziamiento de un sacerdocio únicamente masculino y el declive del culto a la diosa Ishtar despojó a Lilith de su aureola semidivina, y pasó a ser representada como una figura demoníaca a la que se atribuían la muerte prematura de los bebés recién nacidos y los abortos naturales. Lilith deja der ser la imagen de la fertilidad para estar vinculada a la esterilidad y las muertes de los neonatos, una iconografía que recuperará el Talmud hebreo y los escritos bíblicos.
Pero antes de abordar la concepción que hebreos y cristianos mantenían de Lilith, debemos analizar brevemente la imagen que de ella adoptan los griegos. El aspecto negativo que los asirios impusieron a Lilith ya está plenamente asentado entre los griegos quienes la identifican con Lamia (derivación del nombre sumerio Lamastu), un ser malicioso y equiparable a las estriges y las empusas, todos ellos demonios femeninos. En la leyenda, Lamia era hija de Poseidón y de Sibilia reina de Libia. Lamia se había atraído con su belleza el interés del dios Zeus con quien engendró varios hijos, hasta que Hera, esposa de Zeus, lo descubrió y tomó venganza obligándola a devorar a sus propios vástagos y ser condenada a no poder cerrar sus ojos de tal forma que siempre estuviera obsesionada con la imagen de sus hijos muertos. Pero Lamia, en vez de acudir a Zeus y pedir su protección huyó, y éste terminó por renegar de ella aunque le otorgó el don de poder extraerse los ojos para así descansar.
Lamia no había pasado la prueba que la voluntad de los dioses habían dispuesto y, presa del dolor, fue transformándose en un ser nocturno dotado de extremidades marinas, posiblemente debido al caracter acuoso heredado de su padre Poseidón, dios del mar. Lamia, sintiendo envidia de otras madres, devoraba a los hijos de éstas para alimentarse de su sangre y maldecir la vida a la que había sido condenada.
La iconografía griega solía representar a Lamia como una mujer con extremidades de serpiente marina y pechos y rostro de mujer. Esta representación, que se acerca más a la iconografía hebrea y cristiana de Lilith que a la imagen sumeria que comenté en la entrada anterior, evolucionará hasta mostrarnos una Eva primigenia que determinará la Génesis bíblica y las bases del Talmud hebreo.

viernes, marzo 17, 2006

Lilith, la diosa del viento


Las primeras referencias a Lilith aparecen en tablillas sumerias, fechadas en torno al III milenio a.C., bajo la denominación de Lilitu o Lamatsu y rodeadas de una iconografía extraordinariamente alejada de la proporcionada por el Talmud hebreo y las escasas referencias bíblicas. Entonces, ¿qué rol desempeñaba Lilitu en la mitología sumeria?
Según narran las inscripciones mitológicas sumerias, los dioses y semidioses emergieron de un océano infinito que simbolizaba el caos primigenio dador de la vida. En aquellos tiempos remotos, Lilith simbolizaba la parte femenina de uno de los Agbal o semidioses hermafroditas que manaron del Abismo para servir a los primeros dioses de las profundidades. Lilith se erige como un "espíritu del viento nocturno" (traducción sumeria de Lilitu o Lamatsu) cuya misión primordial era custodiar las puertas que separaban el plano físico del espiritual, actuando, por tanto, como un guía hacia la sabiduría de la inmortalidad. Y es debido a su caracter guiador que aparece representada portando los anillos de Shem, los símbolos más antiguos que demuestran que un individuo ha cruzado hacia la inmortalidad y alcanzado la sabiduría del Árbol del Conocimiento.
La iconografía sumeria de Lilith representa a una joven doncella alada que atrae a los hombres al templo de Ishtar para celebrar ritos sexuales con las sacerdotisas vírgenes de la diosa para alcanzar una transformación espiritual y regenerar el cuerpo físico prolongando así la vida mortal. De esta forma, Lilith como "mano de Ishtar" hace partícipes a los hombres de los misterios rituales del templo en los que que hubo de ejercer cierta influencia algún tipo de alquimia relacionada con la sangre menstrual de las sacerdotisas.
Las influencias asirias en la segunda mitad del II milenio alteraron la iconografía de Lilith, y en las posteriores leyendas asirias, aparece representada al lado de los reyes sosteniendo en sus manos la vara y el anillo de la autoridad regia, flanqueada por el Pájaro de la Sabiduría y el Léon, señor de las bestias.
La relación de Lilith como diosa del viento con el universo de la femeneidad clásica parece pues asentado, pero ¿qué relación guarda con la iconografía de la Lilith que aparece en el Talmud hebreo y los escritos bíblicos? A esta pregunta trataré de dar respuesta en las próximas entradas.

El mito de Lilith


En una de esas interminables discusiones que surgen en la cafetería de la facultad, había logrado convencer a mis compañeros de que existía una explicación racional de las persecuciones de las mujeres acusadas de brujería en la Europa Moderna. Cuando pensaba que había salido al paso de todas las objeciones imaginables un compañero preguntó "¿esta explicación guarda relación con el mito de Lilith y la sumisión de Eva en el Génesis bíblico?.
Ante las miradas expectantes de los restantes compañeros que no habían oído hablar del mito de Lilith, del Talmud hebreo y de decenas de novelas góticas y juegos de rol que toman a Lilith como la vampira originaria de todos los clanes vampíricos me ví obligada a explicar su historia, su mito o su leyenda, porque ¿qué fue realmente Lilith? ¿Una Eva primigenia? ¿Una reinvención hebrea que explica el origen de la mujer como un ser impuro por su propia naturaleza? ¿Una caja de Pandora que abre las puertas de lo prohibido? A esta y otras preguntas intentaré dar respuesta en La Estirpe de Lilith.